viernes, 20 de junio de 2014
DESPEDIDA DE NUESTRO CAPELLÁN
COMUNICADO DEL PÁRROCO DE EL SALVADOR
GRACIAS BAEZA
El Sr. Obispo de la Diócesis de Jaén, D. Ramón del Hoyo López, sucesor de los apóstoles en la Diócesis de Jaén, al que le debo respeto y obediencia desde el día de mi ordenación sacerdotal me ha pedido salir de la Parroquia de El Salvador de Baeza para atender una nueva comunidad parroquial: La Parroquia de San Juan Evangelista de Mancha Real.
Quiero manifestaros mi más profundo agradecimiento y afecto a toda la ciudad de Baeza y la pedanía de la Yedra por la acogida, respeto y cariño que me habéis dispensado desde el mes de septiembre de 2001 cuando tomé posesión.
Me habéis considerado un baezano más y yo así me he sentido entre vosotros, teniendo nuestra ciudad y a cada uno de vosotros como mí hogar y mi familia.
Muy especialmente reseño a las comunidades parroquiales de El Salvador y del Santo Cristo de la Yedra junto a nuestra Agrupación Arciprestal de Cofradías y Hermandades a las que he servido lo mejor que he sabido pudiendo decir como San Pablo que no me he guardado nada para mí.
Gracias a todos mis colaboradores, corresponsables conmigo en el buen pastoreo de la comunidad. Vuestro apoyo, ayuda incondicional y animosa entrega ha sido un gran estímulo en mi ministerio sacerdotal. Que Dios os lo pague hermanos y amigos míos.
Me marcho con la pena lógica de cortar raíces profundas humanas y cristianas pero satisfecho de haber contribuido a mantener y fortalecer esta antiquísima comunidad cristiana de El Salvador, muy especialmente en haber visto cumplido un deseo por el que hemos orado en muchas ocasiones, una vocación sacerdotal, que se concreta en mi querido ahijado Andrés. Demos gracias a Dios por haberlo llamado y a su familia y nuestra comunidad parroquial que ha sido y es el útero materno.
Por último, sabed que me tenéis siempre a vuestra disposición como sacerdote, hermano en la fe y amigo. No dudéis en contar conmigo si os puedo ser útil en vuestra vida.
Igualmente os pido encarecidamente que acojáis a vuestro nuevo párroco con el mismo cariño que a mí, que os pongáis a su disposición con servicial animosidad, también aquellos hermanos de la comunidad que por mis limitaciones y torpezas no habéis congeniado conmigo, ahora tenéis una nueva oportunidad, os pido que la aprovechéis.
Pido perdón por mis errores y os aseguro que os quiero a todos de corazón y rezaré por vosotros todos los días.
Gracias a todos y que Dios os bendiga.
Mariano Cabeza Peralta
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