Nuestros Sagrados Titulares lucían esplendidos en su capilla, iluminada por una amplia candelería de cera, la luz tenue y la música de capilla llamaban al recogimiento y la oración.
La Santa Misa fue oficiada durante los tres días por el muy querido y hermano nuestro Sr. Rvdo. D. Luis María Salazar García, sacerdote baezano y rector del seminario diocesano. Durante el domingo, también estuvo acompañado de nuestro capellán D. Juan Quiles y nuestro seminarista baezano D. Andrés Aldarias. La participación de los hermanos y fieles como suele ser habitual fue muy numerosa.
Durante el primer día de Cuaresma D. Luis María nos invitó a volver nuestro corazón a Jesucristo a través del ofrecimiento de nuestro ayuno. Destacó el periodo de la Cuaresma como los ejercicios de calentamiento para vivir intensamente y con verdadero sentido cristiano la Semana Santa, de modo que nuestro ayuno nos ayude a compadecernos con aquellos que no disponen de lo que disfrutamos los demás diariamente, y así nos encontremos con el Señor.
El sábado, el rector del seminario nos hablo de la inmensa paciencia que tiene Dios con nosotros, que aprovechemos que Dios nos da siempre una nueva oportunidad, que evitemos calcular nuestras fuerzas ante la vida sin tener en cuenta que Dios lo puede todo y que siempre nos empuja, y que siendo generosos encontraremos al Señor, por tanto la importancia de la limosna que no siempre es dinero, sino que a veces es compañía, cariño o amor.
El el último día, nos recordó que nada puede detener el amor de Dios, que cada uno de nosotros debemos ser anunciadores del evangelio y que como Santa Teresa, que oremos dentro de nuestra cofradía unos por los otros, siendo este Triduo Cuaresmal una oportunidad para rezar juntos y vivir como verdaderos Cristianos, evitando cerrarnos sobre nosotros mismos, de modo que recemos y nuestra vida se aleje de esa oración. Alejarse de los demás es una tentación por eso Jesús nos pide que nos convirtamos y que creamos en el Evangelio.
Durante la celebración participaron los coros de la asociación de la Medalla Milagrosa, cantaré y parroquia de El Salvador, a los que agradecemos enormemente su predisposición y buen hacer durante la Sagrada Eucaristía.
El domingo se realizó un solemne besapié y besamanos a nuestros Sagrados Titulares, siendo muy numerosa la afluencia de devotos durante todo el día. Durante este día recibimos la visita del Grupo Joven de la cofradía de la Vera-Cruz de Martos y el Grupo Joven del Resucitado de Peal de Becerrero que durante tantas celebraciones nos han acompañado.
Al finalizar la Eucaristía se llevó el rezo de la oración a la Santa Vera-Cruz y la veneración a la Reliquia del Sagrado Lignum Crucis.
La jornada concluyó con la bendición del puñal para María Stma. de la Aurora por parte de la familia Fernández García, momento muy emotivo y sobrecogedor por el recuerdo de nuestro capataz Antonio.
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